Los últimos datos que difundió el Indec muestran un crecimiento importante del dinero involucrado en las compras, con fuerte incidencia en el alza de precios. En ciertas regiones del país empeoró la situación respecto de un año atrás.
La radiografía del consumo de los argentinos en un contexto de inflación extrema arroja varias aristas, según los últimos datos que difundió el Indec, y que hablan del movimiento en supermercados.
Por ejemplo, se puede ver cómo el podio de los productos más consumidos se mantuvo en febrero pasado (el último mes relevado) en las mismas condiciones respecto de hace un año. Los productos de almacén, limpieza y perfumería y bebidas se mantienen como los tres de mayor participación en el total de la torta de consumo, con un 25,1%, 13,3% y 13,2%, respectivamente. El cuadro se completa con las carnes (12%).
Esta composición es muy similar a la que se había dado en febrero de 2021, cuando esos mismos rubros estaban a la cabeza de las elecciones de los consumidores, con un 25,4% para los productos de almacén, 14,3% para limpieza y perfumería y 13% para bebidas.
El otro dato que se puede ver es cómo, más allá del peso de esos rubros en el esquema de consumo de los argentinos, no son los que mostraron un mayor incremento en el movimiento de dinero involucrado.
Por ejemplo, Bebidas, un segmento que viene mostrando subas mensuales de entre 6% y 7%, registró en febrero pasado un crecimiento anual de 65,4% en el volumen de compra involucrado, una cifra sin dudas alta y explicada sobre todo por la explosión inflacionaria, pero que se ubica por debajo de las alzas de rubros con menor representatividad.
Por el contrario, Indumentaria, calzados y textiles, que apenas se queda con el 2,5% de las compras totales, movió nada menos que un 95,2% más de pesos que en febrero del año pasado.
El mismo caso que para las bebidas se dio en los productos de almacén (otro de los que ocupa el podio de los más representativos), que involucró un 61,7% más de dinero, o la carne (con un 55,2% más de movimiento de dinero), pese a que en sólo el últimos mes se llegaron a ver incrementos de precios cercanos al 20%.
Según los especialistas esto quiere decir que los montos crecen más por efectos de la inflación que del consumo en sí, ya que más allá de que en los últimos meses se vienen dando cifras positivas en este sentido, no sirven para explicar la mayor parte de las ventas totales en supermercados.
El otro punto interesante surge de ver la variación porcentual del monto involucrado en las ventas en las distintas provincias. Desde ya, la inflación, sobre todo, elevó el volumen ingresado a los supermercados, aunque al mismo tiempo generó un alza en los coeficientes, y en el ránking de provincias con mayor incremento en el dinero involucrado.
Así en febrero de 2021 el top 5 de las provincias que más incremento mostraron en sus movimientos en supermercados fueron Catamarca (con una suba interanual de 51% respecto de febrero de 2020), seguido por Santiago del Estero (44,3%), Formosa (43,3%), Jujuy (43%) y Salta (36,9%).
Este año, sin embargo, el mapa cambió. La provincia en la que más se incrementó el dinero involucrado en las ventas de supermercados fue Santa Cruz, que creció 76,4%, seguida por Río Negro (74%), San Luis (71,1%), GBA (70,7%) y Neuquén (70,6%).
Estos cambios se fueron dando a raíz de las diferentes oscilaciones que fue mostrando la inflación en el último año en cada región de la Argentina, y siempre teniendo en cuenta aquellos productos que también se encuentran en supermercados.
Por ejemplo, los precios en el rubro Alimentos y Bebidas no Alcohólicas crecieron el último año entre 56,5% del Noroeste, hasta el 61,6% de Cuyo. Algo parecido ocurrió con las bebidas alcohólicas, que se encarecieron desde un 45,9% en la Patagonia, hasta un 56,4% en el Noroeste.
En el caso de las prendas de vestir, en tanto, las diferencias también son muy notorias. Mientras que en cuyo la inflación en este rubro tocó un 61,7% en el Noroeste, en la Patagonia llegó hasta el 75%
Los altos índices de inflación y la pérdida de poder adquisitivo no generan las mejores perspectivas de cara al futuro. De hecho, el crecimiento interanual de 6,6% que se registró en febrero pasado en las ventas de supermercados se dio contra un mes de magro rendimiento. A tal punto que si la medición de febrero último se hace contra el mismo mes de 2020, la mejora es de tan solo 0,4%.
Del otro lado, pensar en un avance importante del consumo no es tan fácil. Se estima que el adelantamiento de las paritarias acordado entre Gobierno, empresarios y CGT podría tener algún efecto en el corto plazo, aunque el avance de la inflación iría licuando esa mejora de ingresos, sobre todo para los trabajadores de aquellos gremios que más se alejen del alza del Índice de Precios al Consumidor (IPC), y no logren revisiones periódicas de lo acordado.
Fuente: NA