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Debido a que la población isleña no puede autoabastecerse de alimentos, debe recurrir a países sudamericanos para importar productos como lácteos, hortalizas, cerezas y frambuesas, entre otros. La visión del Gobierno argentino.
En distintos foros internacionales, la Argentina cosecha el apoyo de países limítrofes y de otras regiones en su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas, pero eso no quiere decir que esas naciones no tengan vínculo con el archipiélago del Atlántico Sur, sino que mantienen un fluido comercio internacional para abastecer de alimentos a la población isleña.
Según los datos del Censo 2021, en Malvinas viven 3.632 personas: el 82% de los habitantes se concentra en Puerto Argentino, la capital del archipiélago ocupado por el Reino Unido desde 1833.
En el día a día, los isleños tienen como principal proveedor de frutas y verduras a la compañía local Stanley Growers Ltd, que produce pepinos, tomates, pimientos, berenjenas, frutillas, arándanos, cerezas, manzanas y frambuesas, entre otras variedades. La firma realiza sus cultivos en solo 55 túneles de polietileno, incluidos los túneles hidropónicos.
«Todo lo que no se puede cultivar localmente se importa de Chile y Uruguay», explicó días atrás el Gobierno británico del archipiélago, para explicitar sus vínculos comerciales con países del continente.
A pesar de que los gobiernos de ambos países respaldan históricamente el reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas, eso no evita que actores privados de esas naciones exporten bienes hacia el archipiélago del Atlántico Sur.
Según datos del Servicio Nacional de Aduanas de Chile, en 2022 se exportaron bienes por un total de 6.926 dólares hacia «Territorios Británicos en América»: la normativa comercial trasandina utiliza ese concepto para englobar a «Anguila, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Montserrat, Islas Turcas y Caicos, Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, Islas Malvinas o Falkland».
Los principales productos chilenos vendidos el año pasado a «Territorios Británicos en América» fueron hortalizas y tubérculos; cerezas; leche y otros productos lácteos; arándanos; exportación de servicios calificados por Aduanas; frambuesas y moras.
De acuerdo a la información oficial, todos los productos fueron despachados desde el Aeropuerto Internacional Presidente Carlos Ibáñez, ubicado en Punta Arenas, 800 kilómetros al oeste de las Islas Malvinas: por ello, puede suponerse que la totalidad de los bienes fueron hacia Puerto Argentino y no a algunas de las naciones caribeñas englobadas en «Territorios Británicos en América».
Un total de 106 chilenos residen en las Islas Malvinas, de acuerdo al Censo 2021 realizado en el archipiélago del Atlántico Sur: sin embargo, hay 35 ciudadanos que se definieron como malvinenses-chilenos; siete, malvinenses-británicos-chilenos; siete, británicos/chilenos; dos malvinenses-británicos-chilenos-santaelenos; y un italiano-chileno.
En lo que respecta a la nación rioplatense, según datos oficiales de Uruguay XXI, la agencia responsable de la promoción de exportaciones, inversiones e imagen del vecino país, en 2021 (última información disponible) se exportaron productos por 969.537 dólares: el récord de los últimos años fue 5.237.392 dólares en 2015.
Desde 2001, Uruguay vendió bienes y servicios por un monto total de 18.174.884,15 dólares, por lo que se afianza como el principal socio comercial de Malvinas en el continente.
No es casual que año a año el Gobierno británico de las islas monte un stand en la Expo Prado, en Montevideo: a la par de esa promoción en tierras uruguayas, está el rechazo formal de la Cancillería argentina.
Tampoco llama la atención en ese contexto la reciente visita a Malvinas de la embajadora del Reino Unido en Uruguay, Faye O´Connor, quien permaneció dos semanas en el archipiélago del Atlántico Sur.
Al cierre de su paso por las islas, la diplomática británica destacó la relación entre Malvinas y Uruguay: «Me alegra ver que hay vínculos entre los isleños y sus vecinos -algunos iniciados por Samuel Lafone- que siguen teniendo beneficios mutuos: intercambios y oportunidades en comercio, agricultura, turismo, ciencia, sostenibilidad y más».
A la par, una comitiva de legisladores uruguayos viajó al archipiélago, invitados por la Embajada británica en Montevideo: mientras el Frente Amplio rechazó el ofrecimiento, sí aceptaron Felipe Schipani (Partido Colorado), Pedro Jisdonian (Partido Nacional), Silvana Pérez Bonavita (Cabildo Abierto) y Luis González (Partido Independiente).
«Se trata de tener una buena relación con países como Uruguay. A pesar de que su política oficial no es la quisiéramos, han respaldado a las Islas en términos de hacer negocios. Y eso es bueno, porque tenemos una buena y larga relación histórica con ellos», señaló la integrante de la Asamblea Legislativa malvinense Leona Roberts al respecto.
Cinco son los uruguayos que residen en el archipiélago ocupado por el Reino Unido, según el Censo 2021.
Por su parte, Brasil exportó a las Islas Malvinas bienes por un total de 160.886 dólares en 2022, de acuerdo a los datos del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios del gigante sudamericano. En 2021 habían sido 72.794 dólares; en 2020, 13.567 dólares; en 2019, 94.395; en 2018, 1.189.448.
Según el último registro poblacional, en Malvinas viven ocho brasileños y un brasileño-argentino.
«Son actividades de privados», aseguró el Gobierno
El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, destacó que tanto Brasil, como Chile y Uruguay «tienen una posición clara, concreta y contundente respecto a la Cuestión Malvinas: apoyan el reclamo argentino de soberanía».
«Los tres países respaldan a la Argentina en foros internacionales y respetan que embarcaciones y aeronaves vinculadas a la militarización de Malvinas no puedan tener servicios en sus países, como por ejemplo que no puedan utilizar los
En diálogo con NA, el funcionario de la Cancillería se refirió al intercambio comercial entre estos países limítrofes y las Islas Malvinas y, tras insistir en el apoyo oficial a la Argentina, aclaró que «distinta es la actividad de privados, que no expresan las miradas de sus gobiernos. No hay que confundir las situaciones que se puedan dar de manera particular».
«Estos gobiernos no propician el comercio con las Islas: son actividades particulares de privados», recalcó.
Al ser consultado sobre el eventual interés de empresarios argentinos por querer comerciar con Malvinas, Carmona expresó que no hay ninguna legislación que frene esa posibilidad y advirtió que «lo impide el Reino Unido al impedir vuelos directos entre la Argentina continental y las Islas».
«Hay restricciones del Reino Unido al comercio y la estadía de argentinos en Malvinas. Nosotros buscamos que se den los vínculos que se dieron hasta la Guerra, cuando, por ejemplo, había un vuelo semanal de LADE»
Además, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur denunció el «activismo del Reino Unido para debilitar la posición argentina» en torno al reclamo de soberanía del archipiélago. «Por eso hablamos con estos países y estrechamos filas con los gobiernos de la región», señaló en declaraciones a Noticias Argentinas.
Finalmente, el mendocino recordó que en la disposición transitoria primera de la Constitución Nacional se aclara que la Argentina se compromete a «respetar el modo de vida de los habitantes de las Islas».
Y concluyó: «La Argentina está atenta a atender los intereses de los isleños, pero no dejamos de tener en cuenta que hay un régimen colonial que busca obstaculizar el vínculo entre la Argentina continental y las Islas».
Fuente: NA
