Argentina está desarmada en materia de aviación militar y debe renovar su poder de fuego aéreo. China busca vender sus productos pero Estados Unidos busca limitar los negocios de los asiáticos en la región.
Detrás de la necesidad imperiosa de proteger los cielos nacionales, prácticamente desprotegidos desde el año 2015 por razones presupuestarias y geopolíticas, se está librando una batalla diplomática, con la participación de lobistas que intentan direccionar los escasos fondos del Tesoro nacional para la política de Defensa que tiene como protagonistas al gobierno de la República Popular de China, a la industria de armamentos de la Federación de Rusia, a los funcionarios del Departamento de Estado estadounidense y, en las últimas semanas, al gobierno de la India conducido por Narendra Modi.
Asesores del Teniente General Juan Martín Paleo, Jefe del Estado Mayor Conjunto, aseguraron a NA que el responsable de planificar la defensa del territorio nacional ante posibles amenazas del exterior, “se mostró muy confiado en poder avanzar con la adquisición de una decena de unidades de cazabombarderos HAL Tejas que fabrica la empresa aeronáutica Hindustian Aeronautic Limited a pesar de los componentes de origen británico que posee el avión militar supersónico”.
Porque de las dos razones que enumerábamos para explicar la demora en la compra de los cazas que reemplazarán a los legendarios Mirage de la compañía Dassault de Francia, el ítem geopolítico, no es la menor preocupación.
La política internacional ha alejado la posibilidad de Argentina de abastecerse con las fábricas de aviones militares estadounidenses y europeas por el embargo a la venta de armas impuesto por el Reino Unido a raíz de la guerra de Malvinas de 1982.
La jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, general Laura J. Richardson, de visita oficial en Buenos Aires a fines del mes de abril de 2022, escuchó, pacientemente, al ministro de Defensa, Jorge Taiana, pedirle por una mediación con las autoridades de Gran Bretaña para levantar ese embargo de más de cuarenta años.
La Teniente General tomó nota del requerimiento porque la presencia china en el cono sur es un tema que inquieta al gobierno estadounidense demócrata de Joe Biden como también molestaba a la administración republicana de Donald Trump.
Esta imposibilidad de adquirir aviones militares con tecnología de avanzada de empresas británicas y estadounidenses abrió varias ventanas de oportunidades para que los gobiernos de Rusia, China, Pakistán e India ofrecieran sus productos.
La oferta del gobierno de Vladimir Putin que ofrecía financiamiento para adquirir los MIG-35 terminó siendo desestimada por el titular del Estado Mayor de la Fuerza Aérea Argentina, Brigadier General Xavier Isaac, cuando el pasado 4 de octubre en la V Brigada Aérea de San Luis, explicó que la invasión de la Federación de Rusia a Ucrania del mes de febrero pasado ha sido una de las cuestiones principales para apartar las carpetas con las ofertas de la Russian Aircraft Corporation MiG.
Si bien la propuesta del gobierno de China continúa en carrera, se trata de una oferta bien considerada por el brigadier Isaac puesto que el F-16 chino-paquistaní permite incorporar armamento con capacidad de disuasión, la re-reelección de Xi Jinping, electo Presidente durante el XX Congreso del Partido Comunista Chino (PCC) para los próximos cinco años, ha cambiado las prioridades en las principales capitales mundiales. Porque se aguarda un enfoque más agresivo en materia de política internacional y de expansionismo chino en la región latinoamericana.
Los diplomáticos del Palacio San Martín, sede la Cancillería nacional, temen que se recrudezca la diplomacia conocida como Wolf Warrior que consiste, fundamentalmente, en presionar para conseguir todas las concesiones posibles a favor de sus empresas para realizar obras de infraestructura o vender productos como armamento bélico.
Una agresividad en los negocios, en la esfera cultural y diplomática donde la cuestión de la soberanía de Taiwán tiene un papel principal. Xi Jinping está dispuesto a respaldar este expansionismo de la influencia china en todo el mundo y, principalmente, en Sudamérica.
Este componente, que choca de frente con los intereses económicos y geopolíticos de los Estados Unidos, está generando que los brigadieres argentinos comiencen a evaluar seriamente las posibilidades de adquisición del caza de origen indio HAL Tejas que tiene un valor cercano a los 30 millones de dólares por unidad.
Las dificultades existen y no son sólo por la cuestión del financiamiento que los funcionarios chinos están dispuestos a otorgar.
El Teniente General Paleo sostuvo una reunión reservada con el embajador de la India en Buenos Aires, Dinesh Bhatia, según reportó la publicación especializada https://www.zona-militar.com donde la cuestión de los componentes de origen británico del HAL Tejas fue repasada.
La propuesta de la delegación diplomática hindú consistió en reemplazar el radar del tipo AESA de Cobham limited, compañía de la industria aeroespacial con sedes en Estados Unidos, México y Suecia, cuyos equipos pueden ser sustituidos por otros de fabricación india, como el radar de baja probabilidad de intercepción Uttam, desarrollado por la Organización de Investigación de Defensa de la India.
Los neumáticos Dunlop del avión militar son de origen anglo-estadounidense pero podrían ser reemplazados por productos de la empresa india MRF, Madras Rubber Factory, una multinacional que se convirtió en la mayor fabricante de neumáticos del país asiático.
Cambios necesarios para evitar el anacrónico embargo ingles que data del siglo pasado.
Fuente: NA