El suizo mantuvo un dominio nunca antes visto durante los primeros años de la década pasada y compitió de igual a igual hasta los últimos años de su carrera.
Roger Federer figuró por primera vez en el ranking ATP durante 1998. En aquella época, el circuito estaba liderado principalmente por dos estadounidenses que tenían un estilo de juego totalmente opuesto: el primero de ellos era Pete Sampras, que se retiró con el récord de 14 Grand Slams y dominaba gracias a su imponente servicio y su excelente volea, mientras que por el otro lado estaba Andre Agassi, que se destacaba desde el fondo de la cancha.
Ellos vieron los primeros pasos de Federer y también lo sufrieron en sus propios torneos favoritos. En 2001, Sampras llegaba a Wimbledon como campeón de las últimas cuatro ediciones y en los octavos de final le tocaba medirse con un Federer de solo 19 años. En aquel partido, que se definió luego de cinco intensos sets, el suizo se quedó con la victoria por 7-6(7), 5-7, 6-4, 6(2)-7 y 7-5.
Aquel fue el primer golpe de Federer en la mesa grande del tenis y un adelanto de la historia de amor que iba a vivir en La Catedral del Tenis.
En 2005, Federer ya era el gran dominador del tenis. Había ganado cinco torneos de Grand Slams y llegaba al US Open como campeón defensor. En la final le tocaba medirse contra Andre Agassi, quien quería quedarse con el torneo por tercera ocasión en su carrera (ya lo había hecho en 1994 y 1999).
En aquel partido, el suizo le dio muy pocas oportunidades a El Kid de Las Vegas y lo superó por 6-3, 2-6, 7-6(1) y 6-1. Años después, en su libro biográfico, Agassi confesó: “Cuando me enfrenté a Roger en esa final no había un lugar seguro para poner una pelota en la cancha. Siempre tuvo el mejor golpe de derecha… El servicio, la devolución, los movimientos y el juego de red de Roger fueron increíbles; su versatilidad era tan fuerte que podría haber tenido cinco cosas individualmente mejor que todos los demás en el tour”.
La época en la que (casi) nadie le podía hacer pelea
Entre Wimbledon 2003 y el Abierto de Australia 2010, Federer llegó a la final de 22 de los 27 Grand Slams que se disputaron, ganando 16 de ellos.
Y hubiesen sido muchos más de no ser por el dominio de Rafael Nadal en Roland Garros, que lo eliminó en cuatro ediciones consecutivas del torneo parisino, tres de ellas fueron las finales de 2006, 2007 y 2008.
Dentro de ese lapso de tiempo, mantuvo una racha de 237 semanas consecutivas como N°1 del mundo.
Otro dato que refleja el dominio de Federer: ganó Wimbledon de manera consecutiva entre 2003 y 2007, el US Open entre 2004 y 2008 y el Abierto de Australia en 2004, 2006 y 2007.
Por qué marcó el comienzo de una era
Luego del retiro de Sampras y previo al de Agassi, llegó Rafael Nadal, con quien mantendría una de las mejores rivalidades no solo en la historia del tenis sino de todos los deportes.
Como pasaba con Agassi y Sampras, Nadal y Federer también tenían varios puntos opuestos. Mientras que Federer se lucía por la elegancia de sus golpes, la potencia y el dominio dentro de la cancha, Nadal apareció con su drive poco ortodoxo y como un súper atleta que corría para todos lados y no daba por perdida ninguna pelota.
Y como dice el mito, los opuestos se atraen. Las grandes finales casi siempre eran protagonizadas por Roger Federer y Rafael Nadal. Entre las más destacadas, están las de Roland Garros y Wimbledon entre 2006 y 2008.
Esta rivalidad duraría hasta las últimas temporadas de Federer en el circuito. Uno de los capítulos más emocionantes se dio en la final del Abierto de Australia de 2017. El suizo llegaba al torneo luego de seis meses de inactividad por unos problemas en su rodilla, pero contra todo pronóstico ganó un partidazo en cinco sets para conseguir su 18° título de los 20 Grand Slams que obtuvo a lo largo de su carrera.
La llegada de Djokovic: tres hacen una era
El serbio Novak Djokovic se instaló en las primeras posiciones del ranking en 2007 y ese mismo año comenzó a sufrir el dominio de Federer: en la final del US Open lo venció sin mayores problemas, por 7-6(4), 7-6(2) y 6-4.
Con el paso del tiempo, el tercero en discordia en la rivalidad entre Federer y Nadal pudo revertir la situación y ganarle varios partidos importantes al suizo, que de todas maneras llegó a plantarse contra su mejor versión tocando en un par de ocasiones nuevamente la cima del ranking y poniéndolo contra las cuerdas en varios Grand Slams.
Roger Federer, el más grande entre los grandes
Pese a que fue superado en varias estadísticas por Rafael Nadal y por Novak Djokovic , como por ejemplo en cantidad de Grand Slams ganados y en semanas como N°1 del mundo, la realidad es que nunca habrá alguien más grande que Roger Federer.
Su Majestad fue el jugador que marcó el comienzo de una era, que cambió para siempre la forma de jugar al tenis y que fue elegido como el favorito del público por la ATP durante 19 años consecutivos.
Un ícono del tenis, que dejará un vacío enorme en el deporte pero que será recordado para siempre.
Fuente: NA